miércoles, 13 de octubre de 2010

Ni Televisa San Ángel ni TV Azteca

Por Judith Medrano

“A orillas del río Piedra me senté y lloré. El frío del invierno me hacía sentir las lágrimas en el rostro, que se mezclaban con las aguas heladas que pasaban por delante de mí. En algún lugar ese río se junta con otro, después con otro, hasta que lejos de mis ojos y de mi corazón todas esas aguas se confunden con el mar”…
Las historias de amor nunca pasan de moda y es que el amor en realidad siempre ha estado y estará como esencia de los humanos. Siempre he preferido las novelas románticas por que soy de las que pienso que un libro concentra más el sentimiento y despierta las emociones mejor que cualquiera de todas esas telenovelas de las que exhiben en la TV. Las historias de televisión están encasilladas en lo mismo, las historias que se narran en una obra por el contrario te hacen sentir y pensar cosas nuevas es algo inexplicable cuando se disfrutan y se leen por pasión.
“A orillas del río Piedra me senté y lloré”. Es uno de mis libros favoritos porque en el se narra una historia en donde sólo el verdadero amor iba a sobrevivir a las circunstancias y en donde el sacrificio por el ser amado iba a ser recompensado con la más grande consagración de amor entre dos personas.
Un libro hace libre las mentes, las emociones, los sentimientos, los pensamientos… y cuando lees una página es imposible no pasar a la siguiente… leí en las vacaciones de diciembre 08 este libro de Pablo Coelho y cada noche me sentaba en el sofá en mi sala, cuando todos dormían y empezaba a leer y leer… me emocionaba tanto saber que paso seguiría, que decisión tomaría y cuando iba terminándolo sólo pensaba que iba a hacer las siguientes noches por que me había enamorado de esa tierna historia.

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