Una feria, unas alcancías, unos dulces y unos libros

Por Libro Libre

Cuando es pequeño, uno sueña con parecerse siempre a alguno de nuestros padres, yo recuerdo que siempre anhele muchas cosas de ambo s y decía que así quería ser cuando estuviera grande. De mi mami su dulzura; de mi papi sus serenidad, serenidad que hoy me inspira para contar una historia que me es grato recordar.
Mi padre siempre ha sido una persona que le encanta leer, esta en la casa descansando un domingo y lee, va al banco y lee, me esta esperando a que salga de la universidad y lee, dice que todo momento es preciso y oportuno para leer.
Un día llego de su trabajo y había ido a una feria en no se que lugar, tenía como 6 años y vi que llevaba varias cosas de una feria agrícola… llevaba 4 alcancías de barro e figuras de los tres cerditos, y una de un búho para mi hermano, llevaba algunas orquídeas para mi mami, unos dulces y unas frutas y verduras; pero bajo su hombro en una bolsita blanca llevaba algo más, eran delgados, pequeños y no muy ilustrados solo la portada tenia un color base. A mis hermanos casi no les llamo la atención, y solo le di las gracias a mi papito por que era un libro para cada uno y ahí los deje. En la noche mi papi nos pregunto si ya habíamos visto nuestro libro y todos contestamos que no, entonces me dio cosa y yo aún estaña aprendiendo a leer y me senté junto a él, ya lista con mi pijama y disque lo empecé a leer, más bien a ver. Solo sentía las miradas de mi papi en mí y me dijo que me lo podía leer, el primer cuento me cautivo, era bien triste por que se trataba de un niño y su madre, eran pobres y ella enfermo de los pulmones, en una noche cuando nevaba ella empeoro y murió, despidiéndose de una manera tan tierna y amoroso de su hijo que cada vez que lo recuerdo quiero llorar y pensé que seria “yo” sin padres con tan solo 6 años… mi papi me dijo que pasaban esas cosas pero que siempre iba a haber alguien que acompañara a un niño huérfano, ese alguien seria un angelito de la guarda que Dios nos da en nuestras vidas a cada uno y claro iba a estar Dios con él.
Los libros son de diferentes temáticas, diseños y autores, pero cada uno de ellos nos enseñan cosas nuevas y diferentes, que como personan te ayudan a crecer moralmente. Ese libro en particular me ayudo a poder darle gracias a Dios por los padres que me concedía y me concede, sabiendo que son ellos un regalo del cielo y que a pesar que hoy ya casi no me parezca a ellos, se que sus enseñanzas las llevo conmigo.